domingo, 10 de octubre de 2010

I Ka Kené, lo nuevo de...¿Dover?

I Ka Kené, así se titula el nuevo disco de Dover, la banda madrileña de...no sabría decir que estilo tocan hoy en día estos chicos, la verdad. Un disco con un claro aire a melodías africanas y cantado en inglés (como es habitual en la banda), francés e incluso bambara: un dialecto africano.
Con esta introducción y tras haber escuchado el disco varias veces solo puedo decir:

"¿Quienes sois y que habéis hecho con Dover?"

Me preocupa que al escribir esta reseña se me tome por otro de los muchos "fans indignados" que ahora echan pestes del grupo, pero es que en el fondo me siento un poco así.
Y creo que no es para menos, puesto que Dover ha significado mucho para mí, mucho mas que una simple banda: fue el grupo con el que me inicié en el Rock.


Todavía recuerdo cuando era pequeño y brincaba cuando oía sus canciones por la radio o la tele. Cuando, aunque lo máximo que sabía decir en inglés era que "My name was Sergio", podía parlotear perfectamente sus canciones, sus pegadizas y grandes canciones.

Fui creciendo, y me di cuenta de lo mucho que me gustaban. Me sabía casi la totalidad de sus canciones: temazos como "Serenade", "Devil came to me", "DJ", "The Hitter" o "Cherry Lee". Pero fue con la salida en 2001 de su disco "I was dead for 7 weeks in the city of Angels" cuando me convertí en un seguidor total del grupo: ¡Que ritmos, que voces, que guitarras, que pegadizas letras!

Incluso me compré el anterior disco, ese "Follow the city lights" con el que sorprendieron a todos (para bien o para mal) cambiando radicalmente de estilo.
He de admitir que el disco me gustó, ya que, incluso con ese cambio mas comercial, la esencia Dover seguía estando ahí. Había incluso temas con guitarras (muy distorsionadas, eso sí) que sonaban muy bien, incluso ligeramente cañeros.
Aún así, guardaba la esperanza de que en el próximo disco volviesen a ser los de antes, a pesar de que, como digo, el disco me pareció correcto.

Y ahora me encuentro con este I Ka Kené, su "nuevo experimento".

Dejando de lado que el estilo no me gusta para nada y siendo objetivo, el disco es aburrido, con ritmos monótonos en la mayoría de las canciones y repetitivo: TREMENDAMENTE REPETITIVO. Estas 2 palabras resumen a la perfección lo que es este nuevo trabajo. La "influencia africana" de la que tanto hablan no solo está presente, es que satura por completo el disco.
Es más, mientras escribo estas líneas lo estoy escuchando y me reafirmo: es un disco muy pobre.

Hay algunas canciones que en en determinados momentos cumplen lo que prometen, es decir, estilo mas fiestero, caribeño, con ritmos playeros y alegre. Pero en la inmensa mayoría del disco reina un aburrimiento total, esa repetición de la que hablaba antes elevada a cotas altísimas.
La verdad, no creo que con este paupérrimo trabajo consigan vender mucho, y puesto que esta parece ser su política actual, vaya golpe en la cara.

Y me gustaría añadir que no me parece mal que los artistas busquen nuevas fórmulas, nuevas maneras de expresarse. Pero que Dover haya pasado del Rock (incluso Grunge) al Electro Pop por razones puramente creativas...perdonadme, pero no me lo creo.

De verdad espero (aunque ya sin mucha esperanza) que la banda cambie de aires o, por lo menos, que abandone esta política oportunista para ganar dinero. Nada efectiva, por otra parte, ya que con su anterior disco no lograron vender ni una tercera parte de lo que vendieron con "Devil came to me". De esta forma están destinados al fracaso, o a sonar continuamente en emisoras de radio pachangueras, lo cual me parece incluso peor.

Dover debería predicar con el ejemplo que da en sus canciones y hacer lo que decía en aquella frase de su canción "The weak hour of the rooster" (sacada de las ultimas declaraciones de Kurt Cobain antes de suicidarse):

-"I rather be dead that being so lame. It's better to burn than to fade away."-

("Preferiría estar muerto que ser tan patético. Es mejor quemarse que apagarse lentamente")

Me quedo con los Dover de siempre.